DAR ÓRDENES DE MANERA EFICAZ

Para educar de manera eficaz debemos marcar reglas en el hogar con el objetivo de cumplirlas.

Hacerlo de manera coherente y con firmeza, expresando con claridad lo que esperamos que hagan.

 

A la hora de dar órdenes existen unas reglas muy sencillas que numerosos estudios demuestran que facilitan el cumplimiento por parte de los niños:

 

Ser claras y específicas.

 

Ser comprensibles para el niño (en términos conocidos para él/ella).

 

Ser cortas.

 

No entrar en contradicción unas con otras. Ejemplo: "Recoge tu ropa, ven a cenar...te he dicho que recojas! ven a cenar!".

 

Darse de una en una, dejando el tiempo suficiente para que se pueda cumplir antes de emitir la siguiente petición.

 

No deben ir acompañadas de contacto físico instigador.

Hablar delante del niño y que nos mire a la cara (no pedírselo a gritos desde la cocina).

 

El tono de voz debe ser firme y seguro y el rostro serio (no hace falta elevar la voz, sino estar convencidos).

 

Las reglas de casa las ponemos los adultos y hay cosas que no se pueden negociar, pero, a veces, ayuda el ofrecer un par de opciones. Ejemplo: "¿quieres bañarte o ducharte?". Esto hace que el niño sienta que lo ha elegido él y ofrezca menos resistencia.

 

Decir claramente que queremos que hagan. Es mucho más fácil para ellos comprender la orden "habla bajo" que "no grites, "lleva tu plato a la cocina" frente a "no dejes tu plato en la mesa".

 

Cuando un niño entiende el sentido de una regla es mucho más probable que la cumpla. En este caso no hace falta una larga explicación sino manifestar la razón en pocas palabras. Ejemplo: "si te levantas todo el rato de la mesa te distraes y tardas más en hacer los deberes".

 

Evitar entrar en conflictos personales. Ejemplo: "son las 6 es hora de hacer los deberes" en vez de "te pones a hacer los deberes ahora mismo porque yo te lo digo".

 

Por último, dejar muy claro que lo que se desaprueba es la conducta del niño, no al niño. Ejemplo: "Esto está mal hecho" no "eres malo".

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