sábado, 30 de enero de 2016

LA LATERALIDAD Y LOS PROBLEMAS DE APRENDIZAJE

Hace unos días os hablaba de los riesgos que conlleva enseñar a leer demasiado pronto a los niños/as. Podéis volver a echarle un vistazo si queréis en el siguiente enlace: APRENDER A LEER, CUANTO ANTES MEJOR?
En él os hablaba de los procesos de adquisición de la lectura y la necesidad de haber desarrollado habilidades previas, como por ejemplo, la lateralidad. Pues bien, hoy quería profundizar sobre este tema.
Ya os he comentado en más de una ocasión que la lateralidad es el dominio o especialización por parte del cerebro de ciertas funciones y/o actividades y que se suele completar alrededor de los cinco años.
Esta función, la lateralidad, es de alta complejidad ya que es la que hace posible que nos orientemos en el espacio y en el tiempo, y por lo tanto, permite entender y manejar los códigos escritos, letras y números, característicos de nuestra cultura.
Si en el momento de aprender a escribir (si son a los 6 años, mejor que a los 5 y no antes de esta edad) el niño/a no ha desarrollado una buena lateralidad, muy posiblemente tendrá problemas en el aprendizaje de la lectoescritura, ya que sin una buena organización lateral el niño no sabe si la escritura tiene que ajustarse a un patrón de ordenamiento diestro o zurdo. No sabe si "15" "51", "ES" o "SE" representan las mismas cantidades, significan los mismos mensajes o simplemente son garabatos aleatorios. Aquí estaríamos hablando de problemas de comprensión por falta de una adecuada codificación.

Si somos capaces de que los sistemas audio-viso-motores (oído-mano-ojo) de nuestros hijos se desarrollen y maduren correctamente, no tendremos problemas, ni siendo diestro, ni siendo zurdo. Eso sí, sin tener en cuenta que el niño zurdo, además de desarrollar correctamente su lateralidad, deberá adaptarse a un mundo predominantemente diestro (aunque esto ya sería otro tema).
Pero, si la maduración no es correcta, nos atreveríamos a diagnosticar muy pronto, que tendrá dificultades de aprendizaje.
Estos niños presentan problemas de atención y se fatigan fácilmente, además, suelen tener más dificultades en la resolución de problemas escolares y personales, e incluso, pueden sufrir de dolores fuertes de cabeza.
La lateralidad debe de estar bastante bien estructurada antes de iniciar el aprendizaje de códigos, cuyo significado y valor dependen del orden, de la disposición y su disposición sobre el espacio plano, como he comentado un poco más arriba.
La dominancia lateral existe cuando, ojo-oído-mano-pie del mismo lado son dominantes, ya sea del lado izquierdo o derecho.
Si esto no ocurre, decimos que tiene lateralidad contrariada (niño diestro que escribe con mano izquierda o al revés) o lateralidad cruzada (ojo derecho-mano izquierda dominantes o al revés).
Desde mi punto de vista y desde mi experiencia, tanto una lateralidad no conseguida (ojo con los que parecen ambidiestros), como una lateralidad contrariada van a traer, indudablemente, problemas de aprendizaje. Sin embargo, esto no pasa siempre en los casos de lateralidad cruzada en la que el cerebro puede compensar esta situación aumentando la velocidad de información entre los dos hemisferios.
SIGNOS DE ALERTA
- Frecuentes confusiones de derecha e izquierda (dificultad en la organización de espacio-plano).
- Tendencia a cometer inversiones gráficas (disgrafía, dislexias, discalcúlias e incluso dislalias).
- Tendencia a mostrar mejor nivel de comprensión en actividades audioverbales que en las que interviene la visión y la grafía, siendo un niño inteligente.
- Confusión entre decenas y unidades.
- Graves problemas para orientarse en el tiempo.
- Problemas importantes de lectura.
- Invertir actividades como restar en lugar de sumar o dividir en lugar de multiplicar.
- Dificultades de coordinación ojo-mano
- Fatiga desproporcionada al realizar actividades de lectura y escritura alfa-numérica.
- Posición distorsionada que adopta el niño al escribir.
Para terminar, y por no extenderme más, deciros que existen tratamientos para estos problemas y que estos deben ser individualizados y adaptados a cada niño teniendo en cuenta su origen y las dificultades que está ocasionando.
Así que si detectáis alguno de estos casos en vuestros hijos o alumnos no dejéis de consultar a un profesional.
Espero que os haya parecido interesante. Un saludo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en esta página