sábado, 12 de marzo de 2016

PREVENIR EL ACOSO ESCOLAR

Acoso escolar es la violencia repetida entre iguales y compañeros/as en la que uno o más individuos tienen la intención de intimidar y hostigar a otros. Se caracteriza por el abuso de poder entre niños y jóvenes en edad escolar. (Olweus 1993).
Puede ser físico (golpes, empujones, patadas), verbal (insultos o apodos) o psicológico, en el que las agresiones, las amenazas y la intimidación o la exclusión dañan el estado emocional del niño. También puede ser cibernético en el que se utilizan las nuevas tecnologías para intimidar o acosar a otros.
Hay que distinguir que cuando dos alumnos se pelean y uno agrede a otro esporádicamente, se produce una agresión, pero" no es acoso escolar". El acoso escolar se produce cuando la agresión es repetida, intencional y con abuso de poder.
Las personas que agreden se acostumbran a conseguir lo que quieren a partir del abuso de poder y de la manipulación. Las investigaciones indican que el 25% de los niños que han cometido acoso escolar, y que no han sido tratados a tiempo, tienen mayor propensión a realizar hechos delictivos en edad adulta.
Las víctimas, quienes sufren la agresión, tienen serios problemas de autoestima, pierden el interés por los estudios y pueden padecer depresión y ansiedad. Pueden llegar a involucrarse en relaciones abusivas en la adultez e incluso llegar al suicidio.
Por último, los testigos, aquellos que están alrededor, que participan de manera directa o indirecta, reciben, a menudo, el mensaje de que estos actos se quedan impunes, que el que trata mal a los demás y abusa de ellos es el que domina. Pueden sentir miedo y ansiedad por la posibilidad de ser el próximo blanco o incluso llegar a adoptar estas estrategias violentas.
AFIRMACIONES FALSAS
"Es una forma de molestar entre amigos". Los niños juegan y es normal que se molesten unos a otros. Esto es más que molestar. Se trata de individuos que buscan hacer daño a otros que consideran más débiles. Muchas veces, detrás se encuentran prejuicios en torno al sexo, etnia, clase social, apariencia física, etc.
"Algunos niños se lo buscan". Algunos niños pueden ser considerados blanco por ser diferentes o carecer de habilidades sociales. Entonces, se responsabiliza a la víctima exigiéndole que cambie su apariencia o forma de comportarse para adaptarse al grupo. Todo el mundo tiene derecho a ser diferente y nadie merece que le traten mal.
 
"Los que acosan siempre son niños". Las investigaciones dicen que pueden ser tanto niños como niñas. En cuanto a las víctimas los niños sufren más amenazas físicas y golpes y las niñas más acoso verbal y exclusión social.
"Sucede en todos los lados. Es parte normal de ser niño". Si los niños crecen pensando que es normal recibir insultos o algún golpe o amenaza es menos probable que intervengan cuando presencien alguna situación de este tipo. Además, estos pensamientos le dan pie al agresor a seguir abusando. Algo tan sencillo como un apodo, deja de ser gracioso si el niño se siente agredido o humillado cuando se lo llaman.
"El que sufre acoso de niño, sufre un tiempo pero luego se le pasa". El acoso tiene consecuencias a corto y largo plazo. Desde el rendimiento en la escuela o trastornos emocionales severos. Muchos adultos recuerdan con dolor los años en los que sufrieron este tipo de abusos.
IDENTIFICAR Y PREVENIR
  • Toda la comunidad educativa debe estar unida para enfrentar el acoso escolar. Conocer las opiniones del colegio con respecto a estas situaciones y manejar una definición común.
  • Observar sistemáticamente. Niños que no quieren asistir a clase, risas y burlas constantes contra un determinado compañero, niños que permanecen mucho tiempo solos, pintadas en baños o paredes, robos continuos a determinados compañeros, cambios bruscos en el rendimiento, etc.
  • Hablemos y escuchemos. Quienes realmente saben que está pasando son los niños.
  • Frenemos las burlas a tiempo. No admitir burlas ni ridiculizaciones y más cuando identificamos que siempre son hacia ciertos niños. Hay que enseñarles el daño que se hace y las consecuencias que puede traer.
  • Promovamos el lenguaje de los sentimientos. Para poder entender los sentimientos de otras personas lo primero es saber identificar los nuestros. Muchos niños son agresivos como una manifestación de enfado, frustración o tristeza. Enseñarles a expresar estos sentimientos de manera correcta disminuye la probabilidad de actuar así.
  • Enseñemos a ponerse en los zapatos del otro. En la vida cotidiana hay un sifín de oportunidades para reflexionar sobre la empatía (partidos de fútbol, películas, libros). Pidámosles que se imaginen cómo se sentirían, incluso en situaciones de fantasía y humor (vivir en el polo norte o volar como un superhéroe) también es un buen ejercicio.
  • Tomemos conciencia de nuestros prejuicios. Todos tenemos prejuicios de algún tipo que tienen que ver con la cultura, ideas preconcebidas, nivel socioeconómico, apariencia, sexualidad, género, etc. Si no somos conscientes de ellos se lo estaremos trasmitiendo a nuestros hijos sin darnos cuenta. Somos modelos de conducta.
  • Actuemos con respeto y promovámoslo. Llamemos a las personas por su nombre, no con apodos ofensivos. Evitemos situaciones en las que los niños puedan ser ridiculizados delante de otros (por ejemplo, contar sus debilidades cuando hay más niños delante). Trasmitamos la idea de que todas las personas son valiosas y merecen respeto sin importar su apariencia, etnia, sexo, nivel socioeconómico, etc.
  • Promovamos el trabajo en equipo. Asignar desde pequeños responsabilidades que requieran la colaboración y cohesión de todos los miembros de la familia. Resaltando cómo cada miembro aporta algo a la construcción del hogar y subrayando la importancia de reconocer que todos somos diferentes.
  • Por último, ayudémosles a distinguir entre "chivarse" y "denunciar". No es lo mismo. Chivarse o chismorrear puede producir el mal a otra persona y, a veces, ni siquiera es cierto. Cuando un niño denuncia una conducta de acoso lo que está haciendo es proteger a otro niño. Promovamos esto como un valor y busquemos formas de reconocer y proteger a quien denuncia.
Os dejo enlace a artículos relacionados:
LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS Y SUS RIESGOS EN LOS JÓVENES

Un saludo.













1 comentario:

  1. Consejos muy válidos y prácticos para este problema que nos preocupa tanto a los padres

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