EL RECIÉN NACIDO: POSTURA ADECUADA Y ESTIMULACIÓN SIMÉTRICA

La posición más correcta en la que debemos colocar a un recién nacido es tumbado boca arriba, así facilitaremos el movimiento libre de la cabeza hacia los lados y la adaptación del cuerpo al plano de apoyo. Hay que evitar por todos los medios la postura de tumbado boca abajo.

El ser humano cuando nace está replegado sobre si mismo  porque ha tenido que adaptarse a una cavidad limitada dentro de la barriga de la madre, hasta el punto que si estiramos sus extremidades y soltamos volverán hacia atrás como si fuera un muelle.  Durante los cuatro o cinco primeros meses de vida poco a poco se irá desplegando.

Cuando el bebé está boca arriba se activa el tronco cerebral y va recibiendo mucha información sobre las diferentes partes de su cuerpo y su posición. Todo esto le ayuda a que se produzcan vías de conexión neural.

 La cabeza empieza a ser el punto de referencia de la colocación del resto del cuerpo y comienza a descubrir la posibilidad de girarla a uno y otro lado desarrollando el "reflejo del espadachín". Este hace que el bebé estando tumbado boca arriba extienda el brazo y la pierna del lado del que gira su cabeza mientras mantiene flexionadas las extremidades del otro lado. Es una de las primeras formas de movimiento organizado y además le ofrece las primeras experiencias de coordinación óculo-manual ya que mira la mano que extiende.

Debería estar la mayoría del tiempo en una posición recta y en una superficie estable teniendo libertad de movimientos y visión. Por tanto, recomiendo que pongamos  una mantita en el suelo de nuestra casa y dejemos pasar el rato allí a nuestro bebé tumbado boca arriba.

Aprovecho para  recordaros los riesgos de tener a un recién nacido en un maxi-cosi o sillita del coche durante más de una hora y media y os explico la razón: la posición que adoptan hace que tiendan a flexionar el cuello y hacer con su cuerpo como una forma de C. Esta postura les puede dificultar la respiración aumentando los riesgos de apneas (dejar de respirar unos segundos), bradicardias (el corazón va más despacio de lo que debe) y de saturación de oxígeno (llega menos oxígeno a la sangre).

Otro tema del que os quería hablar hoy es el desarrollo simétrico. Cuando un bebé empieza con los giros de cabeza estos deben ser alternantes hacia los dos lados por igual.

El desarrollo debe ser simétrico prácticamente hasta llegar a la fase de lateralización (dominio de cada parte del cerebro de ciertas funciones o actividades) hacia los cinco años. Hasta esa edad es muy importante poner en marcha los dos lados del cuerpo y activar todas las estructuras dobles que tenemos.

Las personas somos seres simétricos formados por sistemas dobles que tenemos que aprender a utilizar integrados como si fueran uno. Tenemos dos ojos, pero vemos una sola imagen, tenemos dos oídos pero oímos un sólo sonido, etc.

Para que esto sea posible es fundamental que los dos representantes de cada sistema alcancen el mismo grado de activación.

Como la naturaleza es sabia, a los lactantes, cuando toman el pecho, se les estimula de forma alternante las dos partes del cuerpo (vista, oído, olores y sensaciones táctiles).

Es fundamental que las mamás que no dais el pecho sino biberones lo hagáis también de manera alternante, ya que es habitual hacerlo siempre en la misma posición y estaríamos estimulando un lado y bloqueando el otro y esto podría tener consecuencias en procesos importantes y complejos.

Hasta aquí por hoy. Espero que os haya parecido interesante. Un saludo